
Hoy hablaremos sobre la flexibilidad psicológica, un concepto clave en la teoría de aceptación y compromiso. De hecho, es gracias a la flexibilidad psicológica que podemos contactar con aquellos eventos privados que estén ocurriendo en el presente, al mismo tiempo que elegimos bien abandonar o bien persistir en una acción que puede implicar malestar, pero que está al servicio de los valores que uno identifica como propios.
El concepto
Al ser un concepto clave en las Terapias Contextuales y muy especialmente en la Terapia de Aceptación y Compromiso, el estudio de la flexibilidad cognitiva ha estado en el foco de muchos equipos de investigación en los últimos años. Es por ello que existe una gran evidencia científica que avala la importancia y el peso de dicho concepto en las terapias contextuales.
Pero, ¿qué es la flexibilidad psicológica? Se podría definir como la capacidad de un individuo de estar presente, en el aquí y ahora, adaptándose a las situaciones que se le presentan en su entorno, mediante la práctica de la atención y consciencia plena. El estar abierto a todo lo que sobrevenga (emociones, sentimientos, sensaciones, recuerdos…). Todo, cómo no, para conseguir actuar de un modo efectivo y eficiente, acorde a los valores que a cada uno nos definen.
Un ejemplo
Pensemos, por ejemplo, en una joven conductora al que le encanta conducir, pero que tiene problemas a la hora de lidiar con emociones de rabia y frustración. Le encanta conducir, pero no puede evitar perder los estribos cada vez que se cruza con conductores que cometen fallos o conducen despacio. La manera con la que interacciona en ese momento con su emoción de frustración o rabia es respondiendo con las conductas que ha aprendido a realizar cuando siente dicha emoción (en lenguaje técnico diríamos que está respondiendo a las funciones discriminativas derivadas de la frustración). Es decir, la típica conductora que se pone a gritar delante de ciertas situaciones al volante, o que conduce con rabia y velozmente delante de otros conductores que van más lentos que ella. Esta manera de actuar le esta provocando diversos problemas, afectándola a varios niveles; realiza acciones peligrosas al volante, acumula estrés, puede cometer alguna infracción…en definitiva, esta pasando un mal rato, cuando en realidad es una persona a la que le encanta conducir.
Si esta conductora respondiera de manera flexible delante de este tipo de eventos privados (es decir, delante de la rabia y la frustración que le producen otros conductores. O dicho de otra manera, delante del malestar), implicaría el hecho de que pudiese responder a sus pensamientos y sensaciones de rabia y frustración que esta sintiendo en el momento presente, en jerarquía con lo que realmente le importa, reaccionando a otros estímulos, como los apetitivos relacionados con su deseo de conducir y disfrutar conduciendo. Esto provocaría que apareciesen en escena acciones coordinadas con estos principios (disfrutar conduciendo pese a lo que hacen los demás, conducir de manera segura, no ir estresado a los sitios, etc)
El camino
Fácil, ¿no? Cuando sientas rabia y frustración, lo único que tienes que hacer es dejar de lado las funciones discriminativas elicitadas por la frustración/rabia y permitir que emerjan las respuestas o acciones coordinadas con los principios que más nos importan, que tienen una mayor jerarquía, y que esta relacionadas con el yo deíctico (el yo decir….qué????). Si, la teoría es muy bonita (o al menos es bonita para los freaks de la psicología como nosotros), pero llegar a ser flexible a nivel psicológico es harto difícil.
Afortunadamente, existen caminos, vías, sendas…que nos pueden facilitar el ser flexibles a nivel cognitivo. Una de las mayores herramientas utilizadas en el ámbito de la ACT, (Acceptance and Commitment Therapy, Terapia de Aceptación y Compromiso en español, no sé si os la hemos mencionado alguna vez) son los ejercicios de defunción. Si si, con e. Otro “palabro”, ya veis que a los psicólogos nos encanta inventarnos “palabros” para definir cualquier cosa de la vida cotidiana. Pues bien, la técnica de la defusión cognitiva se centra en reducir la credibilidad y el impacto de los pensamientos negativos; NO mediante la disputa y la lógica de los mismos, sino aprendiendo a ver los pensamientos como lo que son, pensamientos (y no como lo que ellos dicen ser). Dicho de otro modo, intentan alterar las funciones negativas de los pensamientos en lugar de su forma, contenido o frecuencia. Se trata de no cambiar el contenido del pensamiento sino la relación que tenemos con ese pensamiento.
ACT Vital. (2020). Recuperado 26 de junio de 2020, de https://activital.es/ website: https://activital.es/flexibilidad-psicologica/