La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá mal. Sigue leyendo y te darás cuenta de cómo la visualización negativa y el memento mori te pueden ayudar a gestionar la incertidumbre.
TIENES A LAS LEYES DE MURPHY EN CONTRA
La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá mal.
Este Murphy era el ingeniero aeroespacial Edward Aloysius Murphy y formuló su ley en 1949 después de descubrir que estaban mal conectados todos los electrodos de un arnés para medir los efectos de la aceleración y deceleración en pilotos.
¿Cuáles son estas leyes?
Si algo puede salir mal, saldrá mal.
La tostada siempre cae en el lado de la mantequilla.
La información más importante de cualquier mapa está en el doblez o en el borde.
Nada es tan fácil como parece y todo lleva más tiempo del que piensas.
La otra cola siempre es más rápida.
No importa cuántas veces se demuestre una mentira, siempre quedará un porcentaje de personas que creerá que es verdad.
Siempre encuentras las cosas en el último sitio en el que miraste.
¿QUÉ PUEDE SALIR MAL?
Ahora que sabes que es más probable que todo salga mal, ¿No tiene más sentido estar preparado para ello?
En cualquier religión hay oraciones y mantras a los que acudir en determinados momentos, no obstante en el estoicismo, se medita y reflexiona de distinta forma, para el estoico, hacerse la pregunta: ¿Qué es lo peor que puede pasar? .
Ser consciente de que todo no tiene porqué salir bien, y compone el inicio de todo un entrenamiento mental y emocional.
SER POSITIVO vs SER OPTIMISTA
Como seres humanos, tenemos mecanismos fisiológicos y procesos automáticos como el de poner nuestro foco en lo negativo, pero en las sociedades en las que vivimos y la propaganda positiva, de vana felicidad y consumo, muchas veces nos intenta transmitir la idea de que ser positivo es lo mismo que ser optimista.
Y no, ser POSITIVO no tiene que ver con ser OPTIMISTA.
El significado de OPTIMISTA es aquella persona que cree que probablemente lo que va a suceder va a ser bueno, y que las cosas van a salir tal cual hemos previsto , por otro lado ser pesimista significa que crees que lo que va a suceder probablemente va a salir mal y que lo que has planeado no va a salir como creíste en un primer momento.
Actuar siendo positivo no es negar la realidad cuando esta golpea y nos azotan los problemas, negar la realidad es de necios e idiotas, ser positivo va mucho más allá, se trata de decidir poner el foco en la solución en lugar de en el problema.
Ser optimista es pensar que las cosas van a ir bien y por lo general actuar bajo el optimismo es olvidarse de una de las herramientas más importantes del estoicismo, La visualización negativa.
LA VISUALIZACIÓN NEGATIVA
La mejor herramienta que tenemos en el estoicismo para responder a la pregunta ¿Qué es lo peor que puede pasar?
En respuesta a esta pregunta contamos con la visualización negativa , también conocido como praemeditatio malorum un ejercicio estoico que consiste en imaginar que nos ocurren las peores tragedias: pérdida de seres queridos, ruina, enfermedad, desprestigio, nos hace estar más presentes y valorar mucho más lo que ya disfrutamos hoy.
No te apegues a las cosas, en última instancia no importan. ¿Tu camiseta favorita? Un trozo de lana … Los estoicos van un paso más allá. Dicen que ni siquiera te apegues demasiado a tus seres queridos.
Cuando le des un beso a tu hijo o esposa, repítete a ti mismo:» Estoy besando a un mortal.
Epicteto.
La vida es efímera, y las personas que nos importan pueden ser arrebatadas de repente y sin previo aviso. Además, tú mismo eres mortal. Podrías morir mañana.
Mantenga la muerte y el exilio ante sus ojos todos los días, junto con todo lo que parece terrible; al hacerlo, nunca tendrá un pensamiento básico ni tendrá un deseo excesivo.
Epicteto.
Recuerda cuán preciosa es la vida aquí y ahora, y cuán preciosos son tus seres queridos, porque pronto se habrán ido. Aprecia lo que tienes y recuerda la impermanencia de las cosas.
Vas a caer Vas a perder a tus padres Vas a perder a tus amigos Vas a perder a tu pareja Deja de creer que no vas a caer.
HOMINEM TE ESSE MEMENTO!
Los senadores y generales de la antigua Roma solían tener un esclavo a su espalda durante sus marchas triunfales mientras le sujetaban la corona y les repetían «Memento mori» para recordarles su origen y mantener los pies en la tierra.
Hominem te esse memento! «¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre» (y no un dios).
La mayoría del público tendría sus ojos pegados al victorioso general en el frente, uno de los lugares más codiciados durante la época romana.
Solo unos pocos notarían al ayudante en la parte trasera, justo detrás del comandante, susurrándole al oído: «Recuerda, eres mortal». ¡Qué recordatorio escuchar en la cima de la gloria y la victoria!
Puedes dejar la vida ahora mismo. Deja que esa determinación influya en lo que vas a decir o hacer.
Marco Aurelio.
MEMENTO MORI
Para nosotros esto suena como una idea horrible. ¿Quién quiere pensar en la muerte? Pero, ¿qué pasaría si en lugar de tener miedo y no querer abrazar esta realidad hiciéramos lo contrario? ¿Qué pasaría si reflexionar y meditar sobre ese hecho fuera una simple clave para vivir la vida al máximo?
Practicar la muerte es practicar la libertad. Un hombre que aprendió a morir no aprendió a ser esclavo.
Montaigne.
Comenzar a meditar sobre tu mortalidadNO ES DEPRIMENTE solo es deprimente si pierdes el foco.
De hecho, es una herramienta para crear propósito y significado. Una herramienta que las generaciones han utilizado para crear una perspectiva y urgencia reales. Debes tratar al tiempo como un regalo y para no desperdiciarlo en lo trivial y en vano.
LLÉVALO A LA PRÁCTICA
La muerte no hace que la vida carezca de sentido, sino que tiene un propósito, y afortunadamente, no tenemos que morir casi para aprovechar esto.
Un simple recordatorio puede acercarnos a vivir la vida que queremos.
Praemeditatio Malorum, expresión en latín que significa el ejercicio de la visualización negativa.
Ahora no tienes un esclavo que te recuerde estas cosas, así que será mejor que lo hagas tú mismo. Tómate un segundo para meditar sobre tu propia mortalidad. La vida en la tierra es limitada, solo es prestada y no sabes cuándo tienes que devolverla. Aprovecha el tiempo al máximo y siempre recuerda:
La mejor manera de comprender tu forma de pensar y lo que pasa por tu cabeza es escribiendo un diario. Es posible incluso que durante tu adolescencia o primera juventud tuvieras un cuaderno en el que escribieras cómo era tu día a día y las cosas que te ocurrían.
Con el paso de los años la sociedad ha reinterpretado este concepto clásico de diario hasta convertirlo en una técnica perfeccionada de autoconocimiento y superación de objetivos.
Hoy lo llamamos journaling y en este artículo queremos contarte en qué consiste y cuáles son sus beneficios.
¿Qué es el journaling?
Esta técnica de autoconocimiento proviene de la palabra inglesa journal, que en castellano podríamos traducir como “diario”.
No existe una única definición de journaling, pero todas las personas que lo utilizan coinciden: el journaling es un sistema para analizar tu pasado, organizar tu presente y planificar tu futuro.
Imagina que tienes diferentes listas en las que se concentran tus ambiciones y temores: tus deseos, tus objetivos, tus tareas pendientes, los obstáculos que deseas superar, etc. Pues bien, el journaling es un sistema lo suficientemente flexible como para gestionar todas tus listas en un único lugar.
De la misma manera que cuando escribimos un diario, el journaling se realiza en cuadernos en los que se plasman, de forma creativa, todas esas listas: pensamientos, deseos, miedos y esperanzas.
Journaling y creatividad
Esta técnica de autoconocimiento va mucho más allá de las palabras. Es perfectamente personalizable y además de escribir todo lo que quieras también puedes:
Dibujar con diferentes colores un acontecimiento especial del calendario.
Pegar elementos externos, como la hoja de un árbol que recogiste en el parque principal de tu ciudad como recuerdo de un día especial.
Crear una tabla con tus libros favoritos.
Calendarizar los miedos que deseas superar este año.
Agregar fotografías de las personas que son importantes para ti.
Incluir frases de personalidades o famosos que tienen un impacto en tu forma de pensar.
Esquematizar mapas mentales que te ayuden a pensar mejor.
Cada persona que realiza journaling desarrolla la creatividad a su ritmo, sin mayor pretensión que disfrutar de la soledad mientras se conecta con su propio interior.
Así, no existe una norma estricta de cómo debe realizarse el journaling, sino que cada persona, dependiendo de sus necesidades y deseos, lo desarrollará cómo más le apetezca.
¿Qué diferencia el journaling del diario de bitácora tradicional?
Existen dos grandes diferencias entre ambas técnicas.
La primera está en la manera en que se plasman los pensamientos. En un diario las reflexiones se escriben, mientras que el cuaderno de journaling es una explosión de emociones conectadas a través de palabras, pero también de dibujos, formas, tablas y elementos externos.
La segunda gran diferencia es que el diario revisa el pasado o el presente inmediato, mientras que el journaling observa a la persona que lo practica como un todo, desde sus memorias hasta sus anhelos y su proyección de futuro.
Journaling y ansiedad
El journaling impulsa espacios de autocreación en los que quien lo practica conecta con sus pensamientos y sus emociones. El trabajo manual y creativo permite impulsar la reflexión y abre la puerta a la aceptación de esas mismas emociones.
El journaling puede tranquilizar y aclarar tu mente. Puede ayudar a liberar los sentimientos reprimidos y el estrés de tu día a día. Puede ayudar a dejar de lado los pensamientos negativos mientras exploras tus experiencias con la ansiedad de una forma segura.
El journaling puede tranquilizar y aclarar tu mente. Puede ayudar a liberar los sentimientos reprimidos y el estrés de tu día a día. Puede ayudar a dejar de lado los pensamientos negativos mientras exploras tus experiencias con la ansiedad de una forma segura.
Existen diferentes maneras de plantearnos quiénes somos cuando realizamos este ejercicio de introspección personal.
A continuación te detallamos algunas preguntas que pueden ayudarte a profundizar en las reflexiones que anotes en tu cuaderno de journaling:
¿Qué te hace daño ahora mismo? ¿Cómo puedo encontrar alivio?
Cuando me miro en el espejo, ¿qué veo?
¿Cuáles son las cosas que hay en casa que son más “yo”?
¿Qué pasó la última vez que se produjo un cambio en mi estado de ánimo?
Escribe una lista o dibuja las emociones de todo lo que te preocupa. Reordena los elementos que sepas que son 100% ciertos y no solamente el reflejo de un sentimiento.
Si usas esta técnica o has buscado información en Internet habrás observado que en ocasiones al journaling se le llama bullet journal. Sin embargo, no son lo mismo.
¿Journaling o Bullet Journal?
No, no son lo mismo, aunque su razón de ser tiene un origen común: profundizar en quién eres. Mientras con el bullet journal creas tu propia agenda, el journaling es un diario de vida.
Las tres principales diferencias son:
El journaling es un diario “interactivo” personal. Bullet journal (BuJo) es todo un método de organización de la información.
El objetivo del bullet journal es la productividad, mientras que el objetivo del journaling es la autoconciencia.
El bullet journal suele tener fecha de expiración porque suele relacionarse con objetivos o propósitos profesionales. Sin embargo, el journaling no tiene fin, y puedes actualizarlo con la asiduidad que desees durante el tiempo que quieras.
Guía de journaling paso a paso
Al principio de este artículo hemos comentado que no existe una única manera de realizar journaling y cada persona evoluciona su metodología a medida que se adentra en su utilización.
Sin embargo, no queremos dejar escapar la oportunidad de compartir contigo algunos consejos para que disfrutes esta experiencia al máximo:
Escoge un cuaderno con como mínimo 100 páginas que te guste y sientas que harás tuyo.
Divide el cuaderno en tres partes más o menos con el mismo número de hojas.
A la primera parte llámala “Ayer”, a la segunda parte llámala “Hoy” y a la tercera parte llámala “Mañana”.
Empieza tu cuaderno desde la sección “Hoy”.
No es necesario que escribas las fechas de los días que escribes si no quieres, pero si lo haces tendrás una mejor perspectiva del paso del tiempo y te será más fácil ordenar los pensamientos y las emociones.
Aunque normalmente el journaling se realiza en casa, es posible realizarlo en cualquier sitio. Tal vez quieras que tu cuaderno te acompañe si te vas de vacaciones.
Recuerda que las normas las pones tú, de manera que siéntete en plena libertad de cambiar el nombre o el orden de las secciones si lo consideras oportuno.
En la era digital el journaling te permite desconectarte del mundo y te ayuda a descubrir quién eres. Impulsa tu lado creativo y te ofrece la posibilidad de reunir toda la información que necesitas para crecer en un solo lugar.
“La psicología no es una mera rama del sistema de salud pública, ni una simple extensión de la medicina, nuestra misión es mucho más amplia. Hemos olvidado nuestro objetivo primigenio, que es el hacer mejor la vida de todas las personas”
Martin Seligman
Significado
El modelo perma o teoría del bienestar es esencialmente una teoría de elección no forzada, se trata de una descripción de lo que las personas eligen libremente para incrementar su bienestar. Este modelo recoge las bases y los indicadores del bienestar, para conseguir sentirse bien, estar positivos y mantener esa actitud y sensación el mayor tiempo posible del día a día y de la vida.
Martin Seligman y Modelo Perma
Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense, es considerado el principal fundador y padre de la Psicología Positiva y en este post vamos a detallar la teoría del bienestar o modelo perma, su última y más reciente contribución en esta disciplina y que es una evolución de su primera propuesta “Las 3 vías hacia la felicidad” que lanzó en el año 1999.
Perma constituye un acrónimo que engloba los 5 factores principales sobre los que circunda dicha teoría. De este modo, el desarrollo y la mejora de cada uno de ellos serán de gran ayuda para incrementar nuestros niveles de satisfacción y motivación.
Eso sí, cada elemento del modelo perma ha de cumplir con ciertas propiedades para poder ser considerado dentro de esta teoría:
Que contribuya al bienestar.
Que las personas lo elijan por su propio bien y no sólo como método para obtener cualquiera de las otras variables.
Que se defina y se mida de forma independiente al resto de variables del modelo.
5 Factores Principales
Así pues, los 5 factores del modelo perma son los siguientes:
P: “Positive Emotions”. Emociones positivas. Supone aumentar la cantidad de emociones positivas, no a costa del intercambio o transposición con las negativas, sino como herramienta para lidiar con ellas. Las emociones positivas nos permiten experimentar bienestar en nuestras vidas, ejemplos de ellas pueden ser la paz, la gratitud, la satisfacción, el placer, la inspiración, la esperanza, la curiosidad o el amor.
E: “Engagement”. Compromiso. Se trata de una especie de pacto o de acuerdo con nosotros mismos y con nuestras fortalezas, a fin de alcanzar una sintonía entre ambos que nos sitúe en un estado de armonía, de afinidad, de flujo de conciencia. Esto es, el compromiso en la búsqueda de aquellas actividades que nos permitan entrar en “flow”, o el estado óptimo de activación. Y es que cuando nos comprometemos con una tarea o con un proyecto experimentamos un estado de flujo donde el tiempo parece detenerse y perdemos nuestro sentido de nosotros mismos, concentrándonos intensamente en el presente.
R: “Relationships”. Relaciones positivas. Bajo nuestra innegable condición de seres sociales resulta obvio afirmar que este factor resulte indispensable para la consecución de nuestro bienestar. En mayor o menor medida todos y cada uno de nosotros tenemos relaciones con los demás, más o menos intensas, pero que, al fin y al cabo suponen un factor de protección y de apoyo extremadamente poderoso y por ende, importante y necesario. Por ello, fomentar este aspecto puede favorecer de forma sustancial nuestra felicidad. Así pues, este factor hace referencia a mejorar nuestras relaciones personales, lo que también implica la mejora de nuestras habilidades personales.
M: “Meaning and purpose”. Propósito y significado. Este factor se refiere a la búsqueda de la pertenencia a algo más grande que uno mismo. Comporta la idea de que el sentido de nuestra vida vaya más allá de nosotros mismos. De este modo, a cada objetivo alcanzado, a cada meta obtenida, a cada propósito logrado le subyace un significado relevante que lo imbuye de un sentido trascendental. Todos necesitamos darle un sentido a nuestras vidas para tener un sentido del bienestar.
A: “Accomplishment”. Éxito y sentido del logro. Implica establecer metas, las cuales, una vez alcanzadas servirán para sentirnos competentes fomentando nuestra propia autonomía. Esto es, conseguir objetivos aparejado a la mejora de nuestras habilidades.
Cuando conseguimos cubrir todos estos ámbitos, podemos tener un bienestar sostenible y pleno. En este sentido, Seligman aclara que no debemos intentar cultivar ni promover todos y cada uno de los factores del modelo perma por igual, ni tan siquiera de un modo obligado o impositivo, sino que hemos de procurar fomentar los factores con los que nos identifiquemos y nos sintamos más cómodos sin necesidad de hipotecar nuestro propio bienestar. Al fin y al cabo este modelo va directamente dirigido a potenciar nuestro confort, objetivo que, por otra parte, no será alcanzado de un modo forzoso.
Es el propio Seligman el que formula de forma explícita que el modelo perma constituye una “descripción” de lo que hace la gente con una felicidad y bienestar auténticos, y no una “prescripción”, es decir, no supone una fórmula exacta para todas las personas.
Puedes leer más sobre el trabajo de Martin Seligman visitando la web más importante de Psicología Positiva a nivel mundial aquí.
Castro, S. (2021). Modelo PERMA. Recuperado 9 de septiembre de 2021, de Instituto Europeo de Psicología Positiva website: https://www.iepp.es/modelo-perma/
Hábitos atómicos es la compilación del conocimiento sobre la creación de hábitos de James Clear, escritor y consultor especializado en eficacia personal al que llevo leyendo durante años.
Cuando hablamos sobre la creación de hábitos tengo la sensación de hablar siempre de lo mismo. El libro me ha permitido profundizar en ciertos aspectos y sobre todo disponer de una visión de conjunto de la “disciplina”.
Lo que vas a leer a continuación no es un comentario sobre el libro. Son el conjunto de ideas y conceptos, a mi opinión, más destacados.
El ciclo de los hábitos
Cualquier hábito puede desglosarse en cuatro pasos:
Señal. Una disparador que sugiere una recompensa e inicia el proceso. Olor a comida una leve ansiedad, un sonido, una vibración…
Anhelo. La motivación para cambiar algo para obtener dicha recompensa. El deseo de un cigarrillo, comer algo …
Respuesta. Las acciones necesarias para obtener la recompensa.
Recompensa. La satisfacción obtenida como retorno del cambio y lo que te empuja a hacerlo de nuevo.
El ciclo de reacción recompensa refuerza los comportamientos positivos o negativos, arraigando su implantación.
La fuerza del interés compuesto
Los hábitos son un proceso similar al interés compuesto. Acumular una mejorar de un 1% cada día lleva a ganancias inimaginables a largo plazo.
No pienses en ellos como un objetivo si no como un proceso de mejora continua. Al cambiar la mentalidad te darás cuenta de la necesidad de crear un sistema que facilite los cambios.
Los momentos decisivos, los puntos de inflexión son fruto de la preparación previa, de un gran conjunto de pequeñas mejoras que te han permitido crear y aprovechar el momento clave.
“Un cantero para hender una piedra por un punto concreto no da un golpe fuerte y seco, lo hace con multitud de golpes constantes y medidos”
Al crear o corregir un hábito se produce resistencia porque estamos cruzando el que James Clear llama la meseta del potencial oculto. Llevas a cabo la acción, pones en práctica el hábito sin recompensa aparente, pero una vez superada esta fase se experimenta un cambio repentino
Los hábitos son una cuestión de identidad
Cambiar de hábitos significa cambiar tu identidad. Transformarte en una versión mejor de ti mismo.
Hacerlo no significa cambiar la forma de hacer las cosas o los resultados obtenidos, esto será la consecuencia de un cambio a un nivel más profundo. Para que los cambios logrados no se desvanezcan necesitas editar tus creencias, actualizar y ampliar tu identidad.
Los hábitos importan no para obtener mejores resultados – que pueden hacerlo- sino porque pueden cambiar las creencias sobre uno mismo.
Las cuatro leyes del cambio
Las cuatro leyes del cambio de conducta son un sencillo conjunto de reglas que podemos utilizar para construir mejores hábitos:
Hacerlo evidente. Toma medidas para hacerlo inevitable. Quieres comer más fruta? Ponte-en una pieza a la bolsa con tu desayuno o comida.
Hacerlo atractivo. Crea los condicionantes para “enriquecer” la experiencia. ¿Quieres salir a corre? Queda con tus amigos o hazlo con alguien que tengas ganas de ver!
Facilitar-lo. Reduce las fricciones que sirven como pretexto para “darle la espalda”. Una alarma como recordatorio que debes meditar.
Hacerlo satisfactorio. Crea un añadido que te invite a volverlo a hacer. Un sabroso bocadillo después de hacer deporte o un buen café después de una tarea exigente.
Siempre insistimos que un hábito es un comportamiento que se convierte en automático a través de la repetición. Es más que eso, su propósito final es resolver problemas de la vida diaria con la menor cantidad y energía posible.
Encadena tus hábitos
La mejor forma de poner en marcha un nuevo hábito es llevarlo a cabo después de algo que hagas cada día. Después de levantarte, después de desayunar … o de otro hábito ya asimilado.
¿Quieres leer un poco más? ¿Pues qué tal hacerlo después de cenar?
Otra opción es agruparla con alguna otra que te apetezca hacer para convertirla en irresistible.
¿No te apetece nada limpiar la cocina? ¿Qué tal si lo compaginas escuchando tus canciones favoritas?
Modificar el entorno
Modificar el entorno nos ayuda a dar forma a nuestros hábitos. Pequeños cambios en el entorno nos ayudan a encauzar nuestras acciones.
“Cambia el entorno para facilitar los buenos hábitos y dificultar los malos”
El autocontrol no es efectivo. Es una estrategia a corto plazo, convierte las tentaciones en invisibles, apartado de ellas. Haz de tus malos hábitos algo invisible.
El entorno también son las personas. Forma parte de un grupo donde el hábito que deseas implementar forme parte de su “cultura“. Queremos implementar aquellos hábitos nos aportan elogio, respeto y prestigio.
Crear y repetir
Se trata de ir poco a poco pero siempre adelante.
Hacer una acción lo más pequeña posible para trabajar cada día en tu hábito. Repetir cada día esta acción para convertirla en parte integrada de la rutina.
La repetición es más importante que el volumen o la importancia de la acción en sí. Lo importante es llevarlo a la práctica no en la velocidad y en la calidad del resultado.
Cuando hablamos de un pequeño cambio pensamos en acciones nimias, ridículas. Fíjate un punto para iniciar tu hábito y dedícale 2 minutos para ponerlo en marcha.
¿Qué puedes hacer con dos minutos? 10 flexiones, preparar la ropa para salir a correr, escribir dos líneas de un post …
Cada día dedica estos dos minutos, cuando te sientas seguro incrementa esto y dedica 2 minutos más a la siguiente acción que requiere el hábito.
Ritualiza el proceso, estandarízalo antes de mejorar.
Uso de la tecnología
La tecnología se debe utilizar para automatizar los hábitos, para hacerlos inevitables. Programar una transferencia el primer día de cada mes de la cuenta corriente a la cuenta de ahorro para evitar afrontar la decisión (y procrastinar-la) cada 30 días.
Utiliza la tecnología para neutralizar el coste de decisión.
Aprovechar la eficiencia evolutiva
Los humanos no estamos programados para demorar la recompensa, priorizamos la ganancia inmediata. Eficiencia evolutiva.
Si después de superar la resistencia al implementar un nuevo hábito nos damos una pequeña recompensa nos condicionamos. Nos estaremos “adiestrando” para volverlo a hacer.
Del mismo modo, si asociamos algo desagradable a un mal hábito crearemos una presión en sentido contrario. Creamos una carga negativa a nivel inconsciente para facilitar su supresión.
Medir los hábitos
Medir los hábitos es importante. Observar su progreso nos motiva y nos sirve de alerta para implementar correcciones.
El autor nos invita a disponer de una hoja o sistema similar donde realizar una marca cada día que practicamos con éxito el hábito. Su consecución formará una cadena indicando el progreso de nuestra empresa.
Aparte de ser un recordatorio para realizar el hábito en cuestión, si un día no se llevó a cabo salta la alarma y nos urge a implementarlo el siguiente día sin falta.
Una vez más una idea simple pero poderosa que retroalimenta la motivación y el compromiso.
El sicólogo clínico y crítico cultural Jordan Peterson, recientemente enfrentado a Slavoj Žižek en un debate con millones de espectadores, rompió la taquilla también en librerías con una simple tabla de recomendaciones para la vida, la que empezó como un posteo en Quora y terminó con él girando y debatiendo por diversos lugares del mundo.
Jordan Peterson es un personaje polémico. Qué duda cabe. Famosos son sus videos debatiendo sobre las vicisitudes del posmodernismo mano a mano con quien se le ponga enfrente. Pero hoy no hablaremos del duro Peterson, que saca ronchas en los movimientos sociales cuando se refiere al marxismo o el binomio «opresor versus oprimido» —que, según él, prolifera en los distintos ambientes en que nos desenvolvemos y nos impide desarrollar todo nuestro potencial como seres humanos.
Hoy hablaremos del Peterson autor y particularmente de su libro más exitoso: 12 reglas para la vida: un antídoto al caos (2018, Planeta). El texto, secuela de Mapas del pensamiento, aborda una docena de consejos para la vida que lo llevaron a transformarse en uno de los más vendidos de 2017 —fecha de su publicación en inglés— y han puesto a su autor como referente de una generación de jóvenes en Estados Unidos, Canadá —lugar de nacimiento de Peterson— y todo el mundo.
La decena de reglas apareció una noche en que el doctor Peterson participaba en la red social Quora, cuando se animó a hacer una lista que sería valorada por miles de usuarios de esa red social. Pongan atención.
Regla número uno: camina derecho
En este, el primer capítulo de su libro, Jordan Peterson ejemplifica con algo que le trajo muchos problemas en diversos foros universitarios, podcast y programas de televisión en los que se prestó para debatir: equipara el sistema de recompensas de nuestros cerebros con el de las langostas, debido a la producción de serotonina.
¿Por qué? Según Peterson, las langostas derrotadas tienen menos probabilidades de conseguir éxito en los distintos ámbitos de su vida. Y la forma de evidenciar su derrota es en la postura encorvada que las acompaña. Ello les impide conseguir pareja y un lugar más alto en la jerarquía social de su propia especie.
Para el sicólogo, lo mismo es aplicable a los humanos: se debe caminar derecho en el más amplio sentido de la palabra, reconocer el propio origen y hacerse cargo de las vivencias personales de la forma más honesta posible. «Caminar derecho», funciona como una metáfora de asumir un destino y una misión, entregar algo a cambio de ello —remarca el concepto de sacrificio citando las costumbres de las religiones occidentales, particularmente la más penetrante que es el catolicismo— y, fundamentalmente, llevar una vida en que asumir responsabilidades es clave para ser las mejores personas posibles. Sin asumir responsabilidad, no caminas derecho, y sin ello, posiblemente sucumbas ante la vorágine de los tiempos modernos. Además, si corriges tu posición en la vida diaria, ves el mundo desde otro ángulo y por ende enfrentas los desafíos de tu vida desde una perspectiva distinta.
Regla número dos: trátate a ti mismo como alguien de quien eres responsable de ayudar
En este capítulo, el doctor Peterson busca ahondar en el concepto de autoestima —como en casi todo el libro— y ataca fundamentalmente nuestra responsabilidad a la hora de rescatarnos a nosotros mismos en los momentos de crisis. Es decir, si estás en problemas, asume que el primero al que tienes que acudir es a ti mismo y entrégate lo mejor que puedas. Peterson detalla en este punto un sistema de recompensas diario cuando consigues superar el tedio de levantarte por las mañanas. O sea, si haces algo que sabes que tienes que hacer, pero no estabas haciendo, entrégate una recompensa. Según el crítico cultural canadiense, si lo haces durante dos años lograrás reeducar tu sistema de vida a tal punto que serás capaz de salir de cualquier crisis antes de estar varado a la deriva esperando por ayuda.
Regla número tres: házte amigo de quienes quieran lo mejor para ti
Acá es la parte más personal del libro y una de las que cobra sentido de inmediato mediante los ejemplos. Si te rodeas de gente que no se rescata a sí misma y no «camina derecha», no esperes que hagan algo bueno por ti. Fundamentalmente, lo que postula Peterson acá es que construyas un sistema de auto respeto tan poderoso que termine por alejarte de forma consciente de los amigos que no te alientan a lograr más y mejores cosas, los que comienzan a relatar un logro propio cuando tú le estás comentando uno tuyo o más simple: de quienes piensan en el gozo y las recompensas inmediatas en la vida por sobre el sentido de sacrificio (de los capítulos anteriores). Es duro, pero tiene sentido.
Regla número cuatro: no te compares con los demás, compárate contigo mismo
Parece un cliché de la autoayuda, pero es muy cierto: cuando tengas que mirarte al espejo y entender la persona que estás siendo, el punto de referencia nunca deben ser los demás, sean semejantes, pares o quien admiras. Eso sólo podría dañarte. En este punto, el doctor Peterson nos recomienda compararnos con nosotros mismos en algún punto anterior del tiempo, sin perder la ambición de ser mejores, pero considerando todo el espacio avanzado o retrocedido sólo en virtud de nuestras vidas y no de vidas ajenas.
Házlo y los resultados para bien y mal siempre te entregarán conclusiones útiles para actividades cotidianas y decisiones importantes.
Regla número cinco: no permitas que tus hijos hagan algo que te lleve a sentir que te caen mal
La paternidad es abordada en el libro de Peterson de forma tangencial, pero con ejemplos muy claros. Si eres padre de familia y tienes problemas trazando líneas de disciplina para tus hijos o funcionas con niveles de confianza que rayan en la permisividad, no sólo estás haciendo algo incorrecto para la crianza de tus hijos, sino también para tu humor, energía y percepción de tu propia familia.
Obviamente, todo esto apunta a no sobreproteger a tu hijo en demasía, a delinear de forma clara los límites que tiene en su rango de acción y, fundamentalmente, a cómo te percibe él a ti, pero también cómo lo percibes tú a él. Construye un sistema de retroalimentación en que tu hijo pueda sentir por ti lo mismo que tú por él: respeto, «caerse bien» y, principalmente, reglas y límites claros que haga que ambos sean la mejor persona posible a la hora de relacionarse unos con otros.
Regla número seis: ordena tu propio cuarto antes de criticar lo que sucede fuera de él
Esta es probablemente una de las más explícitas de todas las reglas de Peterson, pero también es una de las más controversiales en sus debates en clases, universidades, podcast y programas de televisión: ¿quién eres tú para criticar al mundo en que vives si eres incapaz de mantener tu propio cuarto ordenado?
Es clave sentirnos bien con nosotros mismos, pero para ello también construir un estándar ético personal que te lleve a sentir que has ganado el derecho de opinar sobre la vida y sociedad en que te desenvuelves. No se trata de no opinar sobre nada, pero sí de hacerlo habiendo resuelto al menos lo que refiere al espacio que ocupas con mayor frecuencia en el planeta.
Según el doctor Peterson, una de las cosas que hacemos más a menudo es cuestionar los defectos del resto dejando de lado los propios, como si eso nos hiciera inmunes a cualquier otra crítica: cuando estamos hablando de otra persona, es la forma más simple de negación sobre nuestros propios defectos. Busca un trabajo, discúlpate con las personas que hayas ofendido realmente, haz mejores amigos y probablemente, luego de ello, seas una persona mucho más útil para la vida en sociedad. Crea una revolución molecular desde tu cuarto hacia el exterior o, como cantaba Noel Gallagher en Oasis: empieza una revolución desde tu cama.
Regla número siete: busca lo más relevante, no lo conveniente
Acá el psicólogo Peterson hace un llamado similar al de otros puntos: mientras más responsabilidad y significado le agregues a tu vida, mejor será lo que coseches de ella. Saber separar entre las cosas que importan probablemente te hará darte cuenta de que, en general, esas cosas cuestan tiempo, dinero y mucho sacrificio. En cambio, las cosas convenientes llegan más rápido y producen una sensación de satisfacción que es un tanto efímera y no aportan a cómo construyes el sistema de recompensas en tu cerebro que lo hará más fuerte en la vida. En otras palabras: «lo más terrible se aprende enseguida. Y lo hermoso nos cuesta la vida», como escribió Silvio Rodríguez, que no estaría muy de acuerdo con el doctor Peterson en otros tópicos a la hora de debatir.
Regla número ocho: di siempre la verdad o, por lo menos, evita mentir
Este punto es clave y Peterson siempre enfatiza en él cuando tiene que hablar de las reglas más importantes del libro: una mentira puede funcionar en el corto plazo, engañar a tu cerebro con una recompensa inmediata y hacerte sentir que escapaste de una situación incómoda de una forma económica y conveniente. Pero no es más que eso: una mentira.
Di siempre la mayor cantidad de verdad posible y construye en torno a ella los lineamientos de tu vida para resolver los problemas, desde el más pequeño, hasta el más complejo. La verdad te hará sentir libre, honesto y, ya una vez que enfrentas lo peor que podría saberse, sólo te queda construir de ahí en adelante, ojalá respetando las siete reglas anteriores.
Regla número nueve: asume que la persona con la que estás hablando podría saber algo que tú no
Es común enfrentar cualquier discusión o intercambio de ideas tratando de imponer lo que piensas o pensando que tienes de tu parte la verdad, lo que te lleva a sentir la ansiedad de querer formular lo que tienes para decir sin escuchar a tu interlocutor. Es un error y de los grandes. Según Peterson, deberías siempre asumir que la otra persona tiene algo importante para decir respecto de un tema y conectar con lo más humilde de tu cerebro, como cuando aprendiste a leer y confiabas de manera ciega en quien te enseñaba. Esa apertura no sólo te hará sentir más libre, sino que también ayudará a que la otra persona te sienta como una persona receptiva e inteligente, pues podrías cambiar de opinión respecto a algo.
Además, escuchar a las personas que piensan distinto y aprender de ellos, es una de las mejores formas de sentir que avanzas y estás siendo la mejor persona que puedes ser.
Regla número diez: sé preciso al hablar
Piensa, antes de elegir las palabras en una discusión o conversación, ya sea la más cotidiana o trascendente de tu vida —con mayor razón—. Según el doctor Peterson, muchas veces podemos evitar muchos errores comunicacionales si tan sólo nos tomáramos un segundo más en pensar lo que vamos a responder a un otro, eligiendo las palabras más adecuadas para lo que queremos expresar. No cuesta mucho y las recompensas de esta regla son casi inmediatas, pues estarás siendo lo más fiel a tu verdad posible. Pondera siempre también el efecto de tus palabras en la otra persona.
Regla número once: respeta a los niños que andan en skate
Este punto colinda con la regla número cinco de alguna forma. Refiere a que, aunque una de las cosas claves es que los niños sientan que tienen límites claros y debes evitar que «te caigan mal», debes también respetar sus momentos jugando. Ese es su espacio y un ritual sagrado en que desarrollan muchas de las habilidades que les serán útiles en el futuro. No debes molestarlos. No debes hacerles sentir que lo que hacen es tonto. Tampoco intentes imponer tus ideas o gustos personales.
Es una regla que habla específicamente sobre la masculinidad y la experiencia de Peterson en Canadá con jóvenes.
Regla número doce: acaricia un gato cuando lo veas en la calle
Otra metáfora de Peterson: vive la vida con aprecio y amor hacia ella. Valora los pequeños momentos como ese, acariciar un gato, mirar un atardecer, reflexionar en torno a lo bello cuando lo tienes en frente. Disfruta el viaje, pues no hay destino que valga la pena si es tortuoso. Aprovecha de vivir en ese momento feliz, sobre todo, más aún, si has seguido las doce reglas anteriores.
Anda plácidamente entre el ruido y la prisa y recuerda que paz puede haber en el silencio. Vive en buenos términos con todas las personas todo lo que puedas, sin rendirte. Di tu verdad tranquila y claramente, escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu. Si te comparas con otros puedes volverte vanidoso y amargo; porque siempre habrá personas más grandes, y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde, es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Usa la precaución en tus negocios, porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te niegues a la virtud que pueda existir. Mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo. ¡Sé tú mismo!, especialmente no finjas afectos tampoco seas cínico respecto del amor porque frente a toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierba. Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de juventud. Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad; junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo. Tú eres una criatura del Universo, no menos que los árboles y las estrellas; tú tienes derecho a estar aquí y te resulte evidente o no sin duda el universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto, manténte en paz con Dios de cualquier modo que lo concibas y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma con todas sus farsas y sueños rotos éste sigue siendo un mundo hermoso. Ten cuidado… Esfuérzate en ser feliz.
Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la Verdad. Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser. Que es mas fácil reaccionar que pensar. Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer. Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias. Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás. Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla. Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente. Que las personas honestas tienen mas éxito al paso del tiempo. Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor. Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir. Que todos somos responsables de nuestros actos. Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo. Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento. Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles. Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido. Que hay dos días de la semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es AHORA. Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor. Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí. Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida. Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente. Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí. Que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son ridículos, que tal si me cree? Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen. Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando. Que la violencia atrae más violencia. Que decir una verdad a medias es peor que una mentira. Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad. Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado. Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia. Que los políticos hablan igual en todos los idiomas. Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí. Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: Dios, mi familia, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal. Para ser exitosos no tenemos que hacer cosas extraordinarias. Hagamos cosas ordinarias, extraordinariamente bien. “Si alguna vez no te dan una sonrisa esperada, se generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreir”
′′Deja ir a la gente que no está lista para amarte. Esto es lo más difícil que tendrás que hacer en tu vida, y también será lo más importante: deja de dar tu amor a los que no están dispuestos a amarte. Deja de tener conversaciones difíciles con personas que no quieren cambiar. Deja de aparecer para las personas que no tienen interés en tu presencia. Deja de amar a las personas que no están listas para amarte. Sé que tu instinto es hacer todo lo posible para ganar el aprecio de todos los que te rodean, pero también es el impulso lo que te roba tu tiempo, energía y salud mental, física y espiritual… Cuando empiezas a protestar en tu vida, completamente, con alegría, interés y compromiso, no todo el mundo estará listo para encontrarte en este lugar de pura sinceridad… Eso no significa que tengas que cambiar lo que eres. Significa que tienes que dejar de amar a las personas que no están listas para amarte. Si eres excluido, insultado sutilmente, olvidado o ignorado fácilmente por las personas a las que le regalas tu tiempo, no te haces un favor al seguir ofreciéndoles tu energía y tu vida. La verdad es que no eres para todo el mundo… Y que no todos son para ti… Esto es lo que hace que este mundo sea tan especial cuando encuentras a las pocas personas con las que tienes amistad, amor o relación auténtica… Sabrás lo precioso que es… Porque has experimentado lo que no lo es… Pero cuanto más tiempo pasas tratando de hacerte amar de alguien que no es capaz… Entre más tiempo pierdes privándote de la misma conexión… Hay miles de millones de personas en este planeta, y muchas de ellas se van a encontrar contigo, a su nivel, con su vibración, desde donde están… Cuanto más pequeño sigues involucrado en la privacidad de las personas que te utilizan como cojín, una opción de segundo plano, un terapeuta y un estratega a su sanación emocional… Más tiempo te alejas de la comunidad que deseas. Tal vez si dejas de aparecer, te buscan menos… Tal vez si dejas de intentarlo, la relación deje de… Tal vez si dejas de enviar mensajes, tu teléfono permanecerá oscuro durante días y semanas… Tal vez si dejas de amar a alguien, el amor entre vosotros se disuelva… Eso no significa que arruinaste una relación! Significa que lo único que sostenía esta relación era la energía que solo tú y tú contrataban para mantenerla a olas. No es amor. Esto es un apego. Es querer darle una oportunidad a quien no lo merece! Lo más valioso e importante que tienes en tu vida es tu energía. No es solo tu tiempo, ya que es limitado… Esa es tu energía! Lo que das cada día es lo que se creará cada vez más en tu vida. Los que le darás tu tiempo y energía, definirán tu existencia. Cuando te das cuenta de esto empiezas a entender por qué estás tan ansioso cuando pasas tu tiempo con personas que no te conviene, y en actividades, lugares, situaciones que no te conviene. Empezarás a darse cuenta que lo más importante que puedes hacer por tu vida, por ti mismo y por todos los que conoces es proteger tu energía más feroz que cualquier otra cosa. Haz de tu vida un refugio seguro, en el que solo se permiten personas ′′ compatibles ′′ contigo. No eres responsable de salvar a la gente. No eres responsable de convencerles de que deben ser rescatados. No es tu trabajo existir para la gente y darles tu vida, poco a poco, momento después del momento! Porque si te sientes mal, si te sientes en el deber, si te sientes obligado, eres la raíz de todo esto por tu insistencia, temiendo que no te devuelvan los favores que les has concedido… Es tu único hecho darse cuenta que eres el amado de tu destino, y aceptar el amor que crees que te mereces. Decide que te mereces una amistad real, un compromiso verdadero y un amor completo con las personas saludables y prósperas. Luego espera… solo por un rato… Y mira lo mucho que empieza a cambiar todo…»
«Si encuentras un hombre que enfrenta los peligros con coraje, que no se ve afectado por sus deseos, feliz en la adversidad, calmado en medio de la tormenta, ¿No es cierto que sentirás veneración por él?»
– Séneca
A partir de todo lo anterior, podríamos decir que un estoico tiene una visión objetiva de sí mismo y del mundo que lo rodea. Piensa con claridad y actúa de manera racional. Sabe qué está bajo su control y qué no, y se centra en lo que puede cambiar.
Siente impulsos igual que los demás, pero es capaz de domarlos para evitar dejarse arrastrar. Presta atención al detalle, pero no se distrae con cosas insignificantes. Aprende del pasado y considera el efecto de sus acciones en el futuro, pero no se apega a sentimientos negativos producidos por experiencias previas ni siente ansiedad por lo que está por llegar.
Considera indiferentes las cosas externas, pero entiende que algunas son preferidas y se esfuerza por lograrlas. Trabaja duro en persecución de estos objetivos, pero entiende que el resultado no está siempre en sus manos.
No actúa movido por el dinero o la fama, pero su claridad y disciplina elevan la probabilidad de que termine amasando ambas. Si le llegan no las rechaza, pero tampoco se aferra a ellas. Su estado mental permanece igual si el destino le quita lo que un día le dio.
Disfruta en moderación los placeres de la vida, pero no se deja esclavizar por ellos.Se involucra en la vida social, pero mantiene cierta distancia de los acontecimientos sin relevancia. Valora la compañía de los demás, pero es también feliz en la soledad.
No busca la adversidad, pero la enfrenta con tranquilidad. Sabe que la mente, como el cuerpo, necesita desafíos para fortalecerse. Ve cada obstáculo como una oportunidad para aprender y mejorar.Tiene confianza en sí mismo, sin ser arrogante. Demuestra coraje, sin asumir riesgos innecesarios. Intenta ganar, pero sabe perder.
Es asertivo, pero no agresivo. Es honesto, pero no ingenuo. Dice lo necesario, sin hablar más de la cuenta. Siente emoción, pero mantienen la calma en cualquier situación. Cultiva relaciones con su equipo, pero no deja que las relaciones personales interfieran con sus decisiones.
«Es necesario tener un ideal que guía nuestros pensamientos y acciones, al igual que los marineros se guían por las constelaciones.» – Séneca