Como psicólogo clínico, una de las quejas más recurrentes en terapia es el agotamiento derivado del ámbito profesional. Pacientes que describen sentirse «abrumados», «quemados» o perpetuamente ansiosos. Si bien las causas del estrés laboral son multifactoriales, un hilo conductor emerge con sorprendente regularidad: la dificultad para establecer y mantener límites saludables.
En nuestra cultura laboral, a menudo se confunde la falta de límites con el compromiso o la alta productividad. El «sí» automático se percibe como una virtud. Sin embargo, desde una perspectiva basada en la evidencia, sabemos que la incapacidad para delimitar nuestro espacio profesional no es sostenible; es una ruta directa hacia el estrés crónico y, en última instancia, al Síndrome de Burnout (Maslach, Schaufeli, & Leiter, 2001).
Este artículo tiene como objetivo desmitificar el concepto de «límites», analizar por qué nos cuesta tanto establecerlos y ofrecer herramientas terapéuticas concretas, extraídas de enfoques como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), para construirlos de manera efectiva.
1. ¿Qué Son Realmente los Límites Profesionales?
Los límites no son muros de hostilidad ni una negativa a colaborar. Son, en esencia, un conjunto de reglas y directrices que definen qué es aceptable y qué no lo es en la interacción con otros. Son el punto donde termina nuestra responsabilidad y comienza la del otro.
En el trabajo, esto se traduce en:
- Límites de Tiempo: Respetar el horario laboral. Definir cuándo se está disponible (y cuándo no) para llamadas o correos electrónicos.
- Límites de Tarea (Rol): Claridad sobre cuáles son nuestras funciones. Evitar asumir sistemáticamente responsabilidades que no nos corresponden.
- Límites de Comunicación: Establecer cómo esperamos ser tratados (con respeto, sin interrupciones constantes, etc.).
- Límites Emocionales: No asumir la carga emocional de los problemas personales de colegas o superiores.
2. La Psicología de la Dificultad: ¿Por Qué Nos Cuesta Decir «No»?
Rara vez la dificultad para poner límites se debe a una falta de deseo. Más bien, está anclada en esquemas cognitivos y miedos profundamente arraigados.
Desde la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), identificamos varias «distorsiones cognitivas» o pensamientos automáticos que sabotean nuestros límites (Beck, 2011):
- Pensamiento Catastrófico: «Si digo que no a este proyecto, pensarán que no estoy comprometido y me despedirán».
- Culpabilidad: «Mi compañero está sobrecargado; si no le ayudo, seré un mal colega».
- Necesidad de Aprobación: «Quiero que mi jefe piense bien de mí, así que debo estar siempre disponible».
- Lectura de Mente: «Sé que esperan que me quede hasta tarde, aunque no me lo hayan pedido».
Estos pensamientos generan ansiedad, y para aliviarla a corto plazo, cedemos. El problema es que, a largo plazo, reforzamos la idea de que nuestro bienestar es secundario y acumulamos un estrés que se vuelve tóxico.
3. El Costo del «No Límite»: Estrés y Burnout
Cuando los límites son porosos, entramos en un estado de sobrecarga crónica. El sistema nervioso simpático (nuestra respuesta de «lucha o huida») permanece activado. Esta hipervigilancia constante agota nuestros recursos físicos y mentales.
El estrés deja de ser un desafío puntual (eustrés) para convertirse en una condición crónica (distrés), caracterizada por irritabilidad, problemas de sueño, dificultad para concentrarse y, eventualmente, cinismo y despersonalización, componentes clave del Burnout (Maslach et al., 2001).
4. Herramientas Terapéuticas para Construir Límites
Establecer límites es una habilidad que, como cualquier otra, se puede aprender y entrenar.
Herramienta 1: La Reestructuración Cognitiva (TCC)
El primer paso es desafiar los pensamientos que nos frenan. Cuando identifique un pensamiento automático (p.ej., «Si no contesto este email ahora, todo colapsará»), sométalo a un análisis racional:
- Evidencia a favor: ¿Qué evidencia real tengo de que colapsará?
- Evidencia en contra: ¿Cuántas veces he esperado al día siguiente y no ha pasado nada?
- Análisis de Costo-Beneficio: ¿Qué gano contestando ahora (alivio momentáneo de la ansiedad)? ¿Qué pierdo (tiempo de descanso, refuerzo de mi indisponibilidad)?
- Pensamiento Alternativo: «Es importante, pero puede esperar a mañana. Mi descanso es necesario para ser productivo».
Herramienta 2: La Habilidad DEAR MAN (TDC)
La Terapia Dialéctica Conductual (TDC) ofrece una herramienta fantástica para la efectividad interpersonal, ideal para comunicar límites de forma clara y respetuosa (Linehan, 2015). Es un acrónimo:
- D – Describe: Cíñase a los hechos.
- Ejemplo: «He notado que en las últimas dos semanas me has asignado tareas adicionales que están fuera de mi descripción de puesto».
- E – Expresa: Use declaraciones en primera persona («Yo siento…»).
- Ejemplo: «Cuando esto sucede, me siento abrumado y preocupado por no poder cumplir con mis objetivos principales a tiempo».
- A – Asertivo (Solicita): Pida claramente lo que necesita.
- Ejemplo: «Me gustaría que, antes de asignarme nuevas tareas, podamos revisar mi carga de trabajo actual para ver si es factible».
- R – Refuerza: Explique el beneficio mutuo.
- Ejemplo: «De esta manera, puedo asegurar que el trabajo prioritario se entregue con la calidad que ambos esperamos».
- M – Mantente Enfocado: Evite desviarse del tema. Si la otra persona cambia de tema («Pero todos estamos ocupados»), regrese a su solicitud (la técnica del «disco rayado»).
- Ejemplo: «Entiendo que todos estamos ocupados, y por eso mismo, necesito que prioricemos mi carga de trabajo».
- A – Aparenta Seguridad: Use un tono de voz firme y contacto visual.
- N – Negocia: Esté dispuesto a encontrar un punto medio, pero sin sacrificar su límite esencial.
- Ejemplo: «¿Qué tal si asumo esta tarea, pero posponemos la entrega del informe X para el miércoles?».
5. Ejemplos Prácticos Aplicados
Escenario 1: El jefe que pide trabajo fuera de horario
- Situación: Recibe un correo de su superior un viernes a las 8:00 p.m. pidiendo un informe «para el lunes a primera hora».
- Respuesta Pasiva (Genera estrés): Trabajar todo el fin de semana, sintiendo resentimiento.
- Respuesta Agresiva (Genera conflicto): «Es mi fin de semana, no voy a hacerlo».
- Respuesta Asertiva (DEAR MAN): «Hola [Nombre]. He recibido tu solicitud (D). Entiendo la importancia de este informe (R). Sin embargo, ahora mismo estoy fuera de mi horario laboral. Para asegurar que tenga la calidad necesaria (R), lo abordaré como prioridad el lunes a las 9:00 a.m. (A/N). Si es una emergencia que no puede esperar, por favor, indícamelo para evaluar opciones».
Escenario 2: El colega que interrumpe constantemente
- Situación: Un compañero se acerca a su escritorio para charlar o pedir ayuda «rápida» mientras usted está concentrado.
- Respuesta Pasiva: Atenderle, perdiendo el hilo de su trabajo y acumulando retrasos.
- Respuesta Asertiva: «Me gustaría ayudarte (R), pero en este preciso momento estoy concentrado en una tarea urgente que debe salir en una hora (D). Me siento interrumpido y me cuesta retomar el ritmo (E). ¿Te parece si lo vemos a las 3 p.m. cuando haya terminado esto? (A)».
Conclusión
Establecer límites en el trabajo no es un acto de egoísmo, sino un acto fundamental de autocuidado y profesionalismo. Es la única forma de gestionar nuestra energía y prevenir el agotamiento. Requiere práctica y, al principio, puede generar ansiedad.
Sin embargo, al utilizar herramientas basadas en la evidencia como la reestructuración cognitiva y la comunicación asertiva, podemos entrenar esta habilidad. Proteger nuestro tiempo y energía no solo reduce drásticamente el estrés, sino que, paradójicamente, nos convierte en profesionales más enfocados, eficientes y sostenibles a largo plazo.
Referencias Bibliográficas (Formato APA 7ma Edición)
- Beck, J. S. (2011). Cognitive behavior therapy: Basics and beyond (2nd ed.). Guilford Press.
- Linehan, M. M. (2015). DBT skills training manual (2nd ed.). Guilford Press.
- Maslach, C., Schaufeli, W. B., & Leiter, M. P. (2001). Job burnout. Annual Review of Psychology, 52(1), 397-422. https://doi.org.10.1146/annurev.psych.52.1.397



Muchas gracias. Muy buen artículo
Cris Zubrzycki fleitazubrzycki@gmail.com
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