Introducción
Tener un padre o una madre con diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad (TLP, BPD) implica vivir una serie de desafíos emocionales, interpersonales y familiares particulares. Aunque cada familia y cada persona es distinta, la investigación clínica ha identificado patrones comunes: dificultades en regulación emocional, relaciones inestables, cambios de humor, sentimientos de abandono, problemas de identidad, entre otros (American Psychiatric Association, 2013).
Este artículo pretende ofrecer una guía práctica para quienes son hijos de una madre o padre con TLP: ayudarles a entender lo que sucede, reducir sufrimiento, fortalecer recursos personales y relaciones, y facilitar estrategias terapéuticas útiles. No reemplaza el acompañamiento profesional, pero puede servir de orientación y mapa.
Comprender el TLP: qué esperar
Para poder manejar mejor la situación, es importante conocer algunas características del TLP:
- Inestabilidad emocional: cambios rápidos de estado emocional, intensa reacción ante situaciones que otros pueden ver como pequeñas.
- Relaciones interpersonales intensas y vacilantes: idealización y devaluación, miedo al abandono, alternancia entre acercamiento y retirada.
- Impulsividad: en distintos ámbitos (emocional, conductual).
- Dificultades de identidad o sentido del yo: no tener clara una “versión estable” de uno mismo.
- Conductas autolesivas o pensamientos suicidas (en algunos casos).
- Sentido de vacío crónico.
Comprender que estas manifestaciones no son culpa del hijo, aunque en ocasiones puedan sentirse responsables, es clave para protegerse emocionalmente.
Riesgos potenciales para hijos
La investigación clínica muestra que los hijos de padres con TLP están en mayor riesgo de experimentar:
- Trastornos del estado de ánimo, ansiedad, depresión. (PubMed)
- Problemas de regulación emocional: dificultad para tolerar emociones intensas, explosiones, respuestas de evitación o bloqueo. (PubMed)
- Relacionarse con inseguridad en el apego: sentir que no pueden confiar, incertidumbre sobre el apoyo parental. (PubMed)
- Problemas externos: conductas impulsivas, actitudes rebeldes, conflictos con otros miembros de la familia o fuera del hogar. (Wiley Online Library)
- A veces, asunción de roles parentales (parentificación), donde el hijo se siente responsable de cuidar, mediar, calmar al padre/madre. (Wiley Online Library)
Pero también se ha identificado que existen factores de protección y situaciones de resiliencia, cuando el hijo cuenta con apoyo, buenos ambientes fuera del hogar, terapias apropiadas, habilidades personales desarrolladas, etc.
Herramientas prácticas y estrategias terapéuticas
Aquí te propongo herramientas concretas que pueden servirte si eres hijo o hija, ya sea adolescente o adulto joven. Muchas de estas herramientas provienen de terapias validadas o adaptaciones clínicas.
1. Educación sobre el TLP
Saber más sobre lo que implica el TLP puede dar claridad, reducir culpa o confusión.
- Buscar fuentes confiables: libros, artículos, recursos de salud mental.
- Comprender qué es, qué no es: distinguir las conductas del TLP de lo que tú haces o eres tú.
- Conocer que no estás solo/a, que muchas personas pasan por situaciones similares.
2. Establecer límites saludables
Debes tener claro lo que puedes tolerar, lo que te genera daño, y cómo proteger tu bienestar.
- Define límites concretos (“cuando me gritas así me siento mal”, “necesito un espacio personal cuando…”).
- Comunícalos de forma clara y calmada, cuando las condiciones lo permitan.
- Mantén coherencia con los límites; si los estableces, haz lo posible por mantenerlos, aunque no siempre sea fácil.
Ejemplo: si tu madre tiene cambios de humor que afectan el ambiente de casa, podrías decir: “Cuando estés muy angustiada, te pido que si necesitas hablar, lo hagamos en un momento que ambas estemos tranquilas, porque cuando está muy tensa, termino sintiéndome muy abrumado/a.”
3. Autorregulación emocional propia
Tener una base interna fuerte ayuda a preservar tu equilibrio emocional.
- Mindfulness o atención plena: aprender a observar tus emociones sin actuar impulsivamente. Ej.: meditación breve, observar tu respiración, escaneo corporal.
- Diario emocional: anotar situaciones tensas, cómo te sentiste, qué hiciste, qué te hubiera gustado hacer distinto. Ayuda a reflexionar y planear alternativas.
- Técnicas de relajación: respiraciones profundas, progresivas, visualizaciones, ejercicio físico.
4. Apoyo social y redes de contención
Tener personas con quienes compartir y sentirse respaldado/a es fundamental.
- Amigos de confianza, familiares que te quieren y entienden.
- Grupos de apoyo para hijos de personas con trastornos de personalidad.
- Terapia individual o grupal: un psicólogo, psicoterapeuta que comprenda TLP y dinámicas familiares complejas.
5. Comunicación efectiva
Mejorar la calidad de los intercambios con tu padre/madre puede reducir tensiones.
- Usar mensajes en primera persona (“yo siento que…”, “me duele cuando…”) en vez de acusaciones.
- Validar lo que puedas: reconocer que sus emociones también son reales, aunque no te guste su forma de expresarlas. Ej.: “Entiendo que estás muy angustiada”.
- Pedir lo que necesitas: es válido pedir apoyo, pedir que cambie algo, pedir espacio.
6. Desarrollo del sentido de identidad y autoestima
Frecuentemente los hijos de padres con TLP pueden dudar de sí mismos/as, sentirse responsables del estado emocional del otro, o tener autoestima baja.
- Reconocer tus propios logros, cualidades, intereses.
- Separar lo que tú haces de lo que tu padre/madre hace: no eres responsable de sus emociones ni de sus decisiones.
- Actividades que refuercen tu valía: hobbies, voluntariado, estudios, deporte, arte.
7. Terapias recomendadas
Existen terapias con evidencia que pueden ser útiles, tanto para quien padece TLP como para familiares, hijos. Algunas incluyen:
- Terapia Dialéctico Conductual (Dialectical Behavior Therapy, DBT): desarrollada por Linehan, incluye módulos de regulación emocional, tolerancia al malestar, mindfulness, habilidades interpersonales. Hay adaptaciones para adolescentes y programas que incluyen a los padres/cuidadores. (Wiley Online Library)
- Terapias centradas en mentalización (Mentalization-Based Treatment, MBT): ayudan a mejorar la capacidad tanto del padre/madre como del hijo para entender estados mentales propios y ajenos, reducir reactividad interpersonal.
- Terapia Familiar o Terapia de Relación: pueden trabajarse las dinámicas familiares, mejorar la comunicación, clarificar roles.
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) para hijos: especialmente para tratar ansiedad, depresión, pensamientos automáticos negativos.
8. Autocuidado
No olvides que cuidar de ti no es egoísmo, sino una necesidad.
- Dormir lo suficiente, hacer ejercicio, alimentarte bien.
- Tiempo para ti, para tus intereses, para relajarte.
- Si trabajas o estudias, reconocer tus límites, pedir apoyos si lo necesitas.
Ejemplos concretos de aplicación
Voy a mostrar algunas situaciones reales hipotéticas (basadas en casos clínicos) y cómo podrían aplicarse estas herramientas.
Ejemplo 1: Adolescente frente a crisis emocional de la madre
Situación: Mariana tiene 16 años. Su madre, diagnosticada con TLP, tiene episodios de crisis intensa (llanto, enojo) inesperados. Mariana siente que debe “arreglar todo” para que la crisis pare, termina agotada, sin espacio.
Estrategia:
- Límite: Mariana decide que cuando la madre grite o insulte, ella se retirará al cuarto, cerrará la puerta, respirará 5 minutos. Expresará luego: “Cuando te calmas, me gustaría que habláramos, pero ahora necesito espacio para no sentirme tan afectada”.
- Diario emocional: Mariana anota qué pasó, qué sintió, qué hizo, cómo le gustaría responder la próxima vez.
- Apoyo: Se confía con una amiga cercana o va a terapia, para descargar lo que siente.
- Mindfulness: antes de dormir, dedicar 5–10 minutos a prácticas de respiración o meditación para tranquilizar su mente.
Ejemplo 2: Adulto joven que lidia con culpa
Situación: Juan tiene 25 años. Su padre tiene TLP. Juan siente culpa por no hacer más para ayudar, por apartarse, por no ser perfecto hijo. Esta culpa le genera ansiedad, baja autoestima.
Estrategia:
- Trabajar con un terapeuta TCC para identificar pensamientos automáticos del tipo “siempre debería estar pendiente”, “siempre debería saber qué decir/ hacer” y cuestionarlos.
- Identificar evidencias a favor y en contra de estos pensamientos (“he hecho cosas buenas”, “no soy responsable de las emociones ajenas”).
- Autoafirmaciones: frases personales que reconozcan su valor independiente (“Soy digno/a de descanso”, “Estoy haciendo lo mejor que puedo”).
- Crear espacios de ocio, distancia emocional saludable, permitirse decir “no” cuando algo le resulta excesivo.
Cómo reducir el riesgo de efectos negativos a largo plazo
Algunas prácticas contribuyen a reducir los riesgos en salud mental a mediano y largo plazo:
- Terapia temprana: cuanto antes uno empiece a recibir apoyo psicológico, mejor, aún si es solo para procesar lo vivido.
- Exposición a adultos de referencia saludables: maestros, mentores, terapeutas, tías/tíos que posean estabilidad emocional y sirvan como modelos.
- Fortalecimiento de habilidades como regulación emocional, tolerancia al malestar, resolución de conflictos.
- Crear ambientes seguros fuera del hogar: espacios físicos y emocionales donde puedas descansar, expresarte y ser escuchado.
Posibles obstáculos y cómo enfrentarlos
Es valioso reconocer que aplicar estas estrategias puede resultar difícil. Algunos obstáculos frecuentes:
- Negación, minimización o culpa: puedes sentir que “no debería quejarme” o “debería aguantar”. Enfrentar estos pensamientos realistas pero también compasivos contigo.
- Resistencia del padre/madre: cuando intentas imponer límites o cambiar cómo interactúan, puede generar conflicto. Prepararte emocionalmente, buscar momentos de calma para hablar, posiblemente con ayuda profesional.
- Falta de recursos terapéuticos: no siempre hay psicoterapia accesible, o profesionales que entiendan TLP. Aquí pueden servir recursos gratuitos o comunitarios, libros, grupos de apoyo, psicólogos en formación, telemedicina.
- Sobrecarga emocional: podrás sentirte agotado/a, frustrado/a, triste. Es normal. Importante establecer espacios de cuidado propio, descanso, ocio.
Factores de resiliencia
¿Qué hace que algunas personas salgan bien adelante, incluso con un padre/madre con TLP? Algunos factores que la investigación ha identificado:
- Apoyo social sólido. (SpringerLink)
- Tener al menos una relación cercana, estable, que brinde seguridad emocional.
- Autoeficacia (“puedo aprender herramientas”, “puedo cuidarme”).
- Sentido de propósito o metas personales, intereses independientes.
- Buenas habilidades para regular emociones y tolerar malestar.
Cuándo pedir ayuda profesional
Algunas señales de alarma indican que es momento de apoyar con ayuda especializada:
- Sentimientos frecuentes de depresión profunda, desesperanza, ideas suicidas.
- Crisis emocionales intensas que interfieren con la vida diaria (estudio, trabajo, relaciones).
- Uso de sustancias, autolesiones.
- Problemas importantes de ansiedad, trastornos de alimentación, problemas conductuales persistentes.
- Sentirse atrapado, sin salida, agotado crónicamente.
Un psicólogo clínico, psiquiatra, terapeuta familiar pueden ayudar. Hay terapias específicas para trabajar la relación padre/hijo, modificar patrones familiares disfuncionales, y trabajar la salud mental del hijo.
Conclusión
Vivir como hijo/a de un padre o madre con TLP trae desafíos reales, pero también hay posibilidad de crecimiento, de construir una vida emocionalmente más sana, de romper patrones disfuncionales. Aplicar estrategias como establecer límites, regular tu emoción, apoyarte en otros, mantener una identidad propia, son pasos concretos que pueden marcar una diferencia. No se trata de eliminar el dolor, pero sí de reducir su impacto, adquirir herramientas para manejarlo y proteger tu bienestar psicológico.
Referencias
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5ª ed.).
Eyden, J., MacCallum, F., Bornstein, M. H., Broome, M., & Wolke, D. (2023). Parenting knowledge and parenting self-efficacy of mothers with borderline personality disorder and depression: “I know what to do but think I am not doing it”. Development and Psychopathology, 36(2), 648-659. https://doi.org/10.1017/S095457942200147X (Cambridge University Press & Assessment)
Parenting in mothers with borderline personality disorder and impact on child outcomes: a systematic review. (2016). Clinical Psychology Review, 43, 24-36. (PubMed)
Parental Mental Illness, Borderline Personality Disorder, and Parenting Behavior: The Moderating Role of Social Support. (2022). Current Psychiatry Reports, 24(1), 591-601. (SpringerLink)
Psychiatric disorders among offspring of patients with Bipolar and Borderline Personality Disorder. Küng, K., et al. (2019). Journal of Clinical Psychology. (Wiley Online Library)
Parent-child relationship associated with the development of borderline personality disorder: A systematic review. (2017). Child Psychiatry & Human Development. (PubMed)


