La depresión es uno de los trastornos mentales más prevalentes a nivel mundial y una causa significativa de discapacidad (World Health Organization, 2017). Desde la terapia cognitivo-conductual (TCC), la activación conductual (AC) ha emergido como una intervención altamente eficaz y de fácil implementación para el tratamiento de la depresión en adultos. Este artículo explora los principios teóricos de la AC, su aplicación práctica y herramientas terapéuticas que los clínicos pueden utilizar para abordar la depresión en un paciente adulto.
La Activación Conductual: Fundamentos Teóricos
La AC se basa en la premisa de que la depresión se perpetúa por un ciclo de evitación y reducción de actividades reforzantes (Martell et al., 2010). Las personas deprimidas tienden a reducir sus actividades diarias debido a la falta de energía, el anhedonia o el desánimo, lo que disminuye la oportunidad de experimentar refuerzos positivos, profundizando el aislamiento y los síntomas depresivos (Lewinsohn, 1974).
En lugar de centrarse exclusivamente en los pensamientos negativos, como lo hace la TCC tradicional, la AC busca romper este ciclo mediante el aumento gradual de actividades que aporten valor y refuerzo al paciente. Este enfoque comportamental ayuda al paciente a restablecer patrones funcionales, aumentar el contacto con contingencias positivas y reducir los comportamientos de evitación.
Principios Básicos de la Activación Conductual
- Identificar patrones de evitación: Examinar las actividades que el paciente evita debido a la depresión.
- Incrementar actividades reforzantes: Diseñar actividades que sean personalmente significativas para el paciente.
- Desafiar barreras percibidas: Trabajar sobre las creencias y emociones que dificultan la participación en estas actividades.
- Monitorear y reforzar el cambio conductual: Registrar avances y reforzar los logros alcanzados.
Caso Clínico: Perfil del Paciente
Historia Clínica
Marta, una mujer de 35 años, presenta un diagnóstico de trastorno depresivo mayor según los criterios del DSM-5 (American Psychiatric Association, 2013). Refirió una disminución significativa en el disfrute de actividades previamente placenteras y dificultades para mantener su empleo debido a la fatiga y la baja motivación. Marta expresó que evitaba salir con amigos o realizar ejercicios, actividades que previamente disfrutaba.
Objetivos del Tratamiento
- Incrementar la participación de Marta en actividades significativas.
- Reducir los comportamientos de evitación.
- Mejorar su estado de ánimo y nivel de energía.
Aplicación de la Activación Conductual
- Evaluación Inicial
Se utilizó el Beck Depression Inventory-II (BDI-II; Beck et al., 1996) para evaluar la severidad de la depresión. Marta obtuvo una puntuación que indica depresión moderada. Además, se aplicó una entrevista semiestructurada para identificar áreas clave de evitación y actividades reforzantes que había abandonado. - Registro de Actividades Diarias
Se pidió a Marta que registrara sus actividades diarias durante una semana, asignando una puntuación de placer y logro (0-10) a cada actividad. Este ejercicio permitió identificar periodos de inactividad y actividades que todavía generaban cierto grado de satisfacción. - Establecimiento de Objetivos
A partir del registro, se fijaron objetivos concretos y alcanzables:- Salir a caminar durante 10 minutos tres veces por semana.
- Retomar una reunión semanal con un amigo cercano.
- Realizar una actividad creativa (pintura, escritura) durante 15 minutos al día.
- Jerarquización y Gradualidad
Las metas se jerarquizaron según el nivel de dificultad percibida. Se inició con actividades de bajo esfuerzo para generar confianza y reforzar la autoeficacia de Marta. - Refuerzo Positivo y Revisión
Cada semana, se revisaban las actividades realizadas, celebrando los logros e identificando barreras. Este refuerzo positivo ayudó a mantener la motivación de Marta.
Herramientas Terapéuticas
- Listas de Actividades Reforzantes
Se proporcionó una lista adaptada con actividades variadas (paseos, escuchar música, interactuar con animales, etc.) para que Marta pudiera identificar opciones viables. - Registro de Actividades y Estados de Ánimo
Se utilizó una hoja de trabajo para vincular actividades específicas con mejoras en el estado de ánimo. Esto ayudó a Marta a reconocer el impacto positivo de sus acciones. - Técnicas de Resolución de Problemas
Cuando Marta enfrentó barreras (por ejemplo, falta de energía para salir a caminar), se implementaron técnicas de resolución de problemas para identificar alternativas, como caminar en casa o realizar estiramientos suaves. - Exposición Gradual a Situaciones Evitadas
Se implementaron ejercicios de exposición para enfrentar gradualmente situaciones que Marta evitaba, como reuniones sociales. - Mindfulness y Regulación Emocional
Se incorporaron prácticas de mindfulness para manejar emociones negativas asociadas a la evitación y para aumentar su conciencia del momento presente.
Resultados Observados
Después de ocho semanas de intervención, Marta mostró una mejora significativa en su estado de ánimo y niveles de energía. La puntuación en el BDI-II disminuyó, indicando síntomas depresivos leves. Marta reportó un aumento en el disfrute de las actividades y mayor confianza para enfrentar desafíos.
Sugerencias para la Terapia Continua
- Establecer Metas a Largo Plazo
Seguir trabajando en la incorporación de actividades significativas como parte de su rutina diaria. - Automonitoreo Continuo
Fomentar que Marta mantenga registros de actividades y estados de ánimo para prevenir recaídas. - Apoyo Social
Promover la reconexión con su red social para mantener un soporte emocional positivo. - Prevención de Recaídas
Practicar estrategias aprendidas para abordar posibles barreras futuras y mantener el progreso logrado.
Conclusión
La activación conductual es una herramienta poderosa y basada en la evidencia para tratar la depresión en adultos. Su enfoque práctico y estructurado permite que los pacientes recuperen el contacto con actividades significativas y rompan el ciclo de evitación que perpetúa la depresión. En el caso de Marta, la implementación de AC no solo mejoró sus síntomas, sino que también restauró su sentido de agencia y conexión con el mundo.
Referencias
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). APA Publishing.
- Beck, A. T., Steer, R. A., & Brown, G. K. (1996). Manual for the Beck Depression Inventory-II. Psychological Corporation.
- Lewinsohn, P. M. (1974). A behavioral approach to depression. In R. J. Friedman & M. M. Katz (Eds.), The psychology of depression: Contemporary theory and research (pp. 157-178). Wiley.
- Martell, C. R., Dimidjian, S., & Herman-Dunn, R. (2010). Behavioral activation for depression: A clinician’s guide. Guilford Press.
- World Health Organization. (2017). Depression and other common mental disorders: Global health estimates. WHO Press.


