«Autocontrol» de Kelly McGonigal, publicado originalmente como The Willpower Instinct, es un libro basado en el curso que McGonigal imparte en la Universidad de Stanford sobre la ciencia de la fuerza de voluntad. La obra explora cómo funciona el autocontrol desde una perspectiva psicológica y neurocientífica, ofreciendo herramientas prácticas para mejorar el autocontrol y tomar decisiones más saludables.
Puntos clave del libro:
- Fuerza de voluntad como un recurso limitado:
McGonigal explica que la fuerza de voluntad funciona como un «músculo» que puede agotarse con el uso. Al igual que un músculo, también puede fortalecerse a través de la práctica regular. Sin embargo, si lo usamos en exceso, nos cansamos y es más fácil ceder a las tentaciones. - Tres componentes de la fuerza de voluntad:
McGonigal divide la fuerza de voluntad en tres áreas principales:
- «Quiero»: La capacidad de concentrarse en metas a largo plazo y recordar los beneficios de resistir una gratificación inmediata.
- «No quiero»: La habilidad de resistir tentaciones que sabotean nuestros objetivos.
- «Quiero ser»: La conexión con nuestro yo futuro, es decir, la capacidad de pensar en cómo nuestras acciones actuales afectan nuestra identidad y bienestar futuro.
- El cerebro y la fuerza de voluntad:
La autora presenta cómo el autocontrol es una función clave del cerebro prefrontal, la parte que gobierna la toma de decisiones racionales. Además, describe cómo el estrés, la fatiga y otras emociones negativas pueden inhibir la función de esta área del cerebro, lo que hace que sea más difícil ejercer autocontrol. - Estrategias para mejorar el autocontrol:
McGonigal ofrece múltiples estrategias prácticas, algunas de las más importantes incluyen:
- La meditación: Ayuda a fortalecer la atención y reducir el estrés, lo que mejora la capacidad de tomar decisiones conscientes.
- Ejercicio físico: Mejora el autocontrol al regular el estado de ánimo y aumentar la energía mental.
- Evitar situaciones tentadoras: Si somos conscientes de nuestras debilidades, podemos planificar cómo evitarlas antes de enfrentarnos a ellas.
- Practicar el autocuidado: Dormir bien, comer de manera equilibrada y manejar el estrés son fundamentales para mantener un buen nivel de autocontrol.
- La paradoja de la recompensa:
Un concepto central es que la forma en que nos premiamos puede sabotear nuestra fuerza de voluntad. Por ejemplo, si vemos el autocontrol como un sacrificio, podríamos darnos permiso para «compensarnos» después, lo que puede llevar a una indulgencia excesiva. McGonigal sugiere recompensarnos con actividades que refuercen nuestros hábitos positivos en lugar de socavarlos. - La importancia de la autocompasión:
En lugar de castigarnos por fallar, el libro subraya la importancia de la autocompasión. Aquellos que se perdonan a sí mismos por los errores son más propensos a volver a intentar y mejorar su autocontrol a largo plazo.

Reflexiones finales:
McGonigal destaca que el autocontrol no es solo una cuestión de disciplina o fuerza de voluntad innata, sino que está profundamente influenciado por la manera en que pensamos, las emociones que sentimos y el ambiente en el que nos encontramos. A través de la conciencia plena y la práctica constante, podemos entrenar nuestra mente para mejorar la fuerza de voluntad y ser más efectivos en la búsqueda de nuestras metas.


