
Muchas veces nos preguntamos el por qué de ciertas cosas que nos suceden ¿Por qué a mí? Y con total honestidad, no le encontramos sentido. Y ello nos genera una gran frustración y a veces rabia. Si tenemos fe, dudamos de Dios y sino la tenemos, dudamos de nosotros mismos.
Y entonces ¿qué hacer?:…dejar pasar. El tiempo, la rabia, el sin sentido…
La claridad vine siempre y solo cuando uno se tranquiliza. No solo en la respiración sino esencialmente en el corazón.
Y así, solo así, casi mágicamente, de un momento a otro, sin forzar, sin esperar, sin condicionar…el sin sentido se descubre y cobra un SENTIDO. Que es muchas veces el que menos imaginábamos.
Por lo tanto, por ahora, solo respira y creeme: ¡llegará!
Ps. Juan Manuel Sayago